domingo, 28 de octubre de 2012

Únicamente.

En la decisión más difícil de mi vida, estabas tú. Cuando quise dejar de ser una cobarde y, por una vez en la vida, vivir, fue por ti. Cuando me quité los miedos, el terror, la desconfianza, fue gracias a ti. Cuando te prometí y me prometí que estaría siempre a tu lado y que nunca te fallaría, fue para cumplirlo. Cuando en el día a día tengo momentos de tranquilidad y me apetece estar en algún sitio, ese sitio, es a tu lado. Cuando estoy en la cresta de la ola, cuando bajo de ella, cuando me estrello contra el suelo, cuando te encuentro ahí abajo, cuando vuelva a subir, cuando estés allí. Cuando nunca te vayas. Cuando pueda volver a compartir todo contigo. Cuando nos operan, cuando enfermamos del mismo modo, cuando nos levantamos temprano. Cuando dejemos de hacerlo y cuando todo por fin funcione de una manera perfecta y la vida nos deje por una vez vivir. Entonces, sólo entonces mamá, seré feliz, y lo más importante, lo serás tú. Que no te atormenten.

viernes, 19 de octubre de 2012

Con calma

Zapatillas de montaña, vaquero levis desgastado, mochila a hombros, jersey que bien podría parecer de otra época. ¿Barba? Cómo no iba a tener, por supuesto de varias días. Un rostro fino agudizado por una nariz aguileña en la que reposaban dos enormes ojos azules. Cabello despeinado y ondulado, y actitud de libertad.

Cuando entra en el ascensor te fijas en él, por lo extraño de su persona, pero él está a otra cosa. Pendiente de si alguien necesita ayuda o no. Y es capaz de ver lo que ninguno de nosotros vemos. Cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, le da al botón de apertura y sale a recoger a un hombre mayor. 

Dentro, jóvenes y adultos, incluso de esos de los que van vestidos de traje de lunes a lunes. De los que aparentan ser alguien importante y de buena educación. Pero que simplemente lo aparentan. Porque el que parecía un loco escala montañas es capaz de ver lo que nosotros no. Porque tal vez él nunca se deje llevar por la rutina de esta ciudad. Porque admiro a la gente con esa capacidad.

No corre, no lucha, no se quiere sentar y, mucho menos, tiene prisa. Una persona libre de cualquier atadura, una persona en paz, probablemente consigo mismo, y también con los demás.

lunes, 15 de octubre de 2012

Flequillo

Esa misma tarde de verano tu vida dejó de ser como era, dejó de ser vida. Tan pequeño y tan frágil y elegiste la opción más difícil para superar aquel palo tan duro. A pesar de todo, lo llevaste en silencio, de esa forma que sólo tu eres capaz de soportar, porque aunque en principio pueda parecer una decisión de cobardes, lo cierto es que tu problema lo hiciste solo tuyo y eso realmente sí que es ser valiente.

Nunca podremos saber si fue tu entorno, si fuiste tu, si fue él, solo que la vida se hizo contigo, te sobrepasó y casi te deja estancado en la cuneta. Pero una vez más demostraste lo que eres, para convertirte otra vez en la persona más fuerte del planeta, para sacar todo lo de dentro, que aunque estuviese podrido aun podía florecer.

Y lo hizo, y lo seguirá haciendo. Y aunque esta no sea la vida que imaginabas tener de pequeño, aunque tu concepto de la felicidad se desmoronase aquel día, aunque no pudieras volver a mirar a la cara a la persona que más querías en este mundo, estás aquí, para vivir, pero esta vez de verdad. Suerte.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Capítulo III

¿Cómo te das cuenta de que las cosas han cambiado? Que ya nada es lo que era, que no hay confianza, ni complicidad, ni nada que merezca realmente la pena. Cuando todo se transforma, te has ido de esa vida, ya no estás cómoda, no eres tú, no es tu mundo, no entras en las conversaciones, solamente piensas en que pintas allí.

Pues te vas, no te queda otra, y lo peor es que no hay nadie que quiera retenerte, eso sí que no te lo esperabas, ¿verdad? Pues acéptalo, no les importas una mierda, coge tu nueva vida por los cuernos y disfrútala. Después de valorarte, después de saber que los que salen perdiendo son ellos, y ellas, y todos, entonces encuentras a personas de verdad.

Las personas de verdad están ahí cuando las necesitas y cuando no también. Tus personas, tu mundo, tu vida, tu realidad no es otra que ellos, los que te hacen reír cada día y los que te aguantan los malos humos. Empezando por ella y terminando por ellos.