jueves, 15 de diciembre de 2011

Si no luchas, no ganas

Quizá se lo ganó por hacer demasiados reproches. Tal vez por expresar lo que sentía. O por defender a quien tenía que defender en aquel momento, por inoportuno que fuera. No será nunca una persona perfecta, será por eso por lo que se ganó lo que ahora tiene.

No creo que ser quien eres, defender lo que quieres, a quien te quiere, a quien te ha defendido, te ha cuidado y protegido, sea motivo para estar en esa situación. No. Pero así está. La vida te da lo mejor del mundo por un lado y algo de lo peor por el otro.

Esto no quiere decir que te tengas que conformar porque tienes lo más bueno, lo mejor de esa parte; también quería volver bueno lo malo, o hacerlo menos malo, como mínimo. ¿Por qué conformarte con un siete pudiendo tener un diez? ¿Por qué callarte cuando siempre mereciste más?

sábado, 3 de diciembre de 2011

Elegir es vivir

Esta vida es muy perra y quien no lo sabe es que todavía no ha vivido. Habrá muchísimos momentos en los que buscarás una persona que te apoye, un hombro en el que llorar y encontrarás una espalda, un nada. Seguramente no te lo esperabas y tu frustración llegará a tal nivel que te preguntarás por qué has perdido tanto tiempo en esa relación, sea la que sea.

No es que haya personas que valgan la pena y personas que no, bueno puede que también. Pero en la vida se trata de elegir a aquellas a las que quieres tener a tu lado. Si esa persona te da la espalda en un momento en el que la necesitas, será porque él ya ha elegido a quien quiere tener a su alrededor y entre ellos no estás tú.

Sólo tienes que darte cuenta, secarte las lágrimas y mirar hacia delante. ¿No estás sólo, verdad? Hay alguien que te ha dado la mano y te ha consolado, pues esa es una persona que te ha escogido y tú seguramente hagas lo mismo con ella.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Vuelve

Ni me había dado cuenta de que hacía tanto que no escribía. Me ha pasado como entradas atrás decía,  que lo he dejado pasar. Hoy me he metido porque tenía ganas de escribir algo, tal vez no de publicarlo. Ya una no sabe que hacer, tantas cosas pasan por aquí.

En fin, que el tiempo pasa y sin darte cuenta, la vida te da tantas vueltas que despues de apróximadamente doce años te encuentras ahí en el mismo lugar donde empezaste a vivir, a crecer, a reir, a hacerte mayor. Por supuesto, miras a tu alrededor ahora, y recuerdas el entonces y nada es igual, pero eso era de esperar.

Y piensas, pues sí que es verdad que la vida da vueltas, tantas que a veces te marea. Yo he parado aquí y no sé por cuanto tiempo. Sólo espero que se me sigan dando las oportunidades de hasta ahora y que cada uno finalmente ocupe el lugar que merece.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Comiendo tranquila

Una de las cosas que más me llena en esta vida es ir a casa de mi abuela. Es algo sencillo pero complicado de lograr. Me encanta ir y ver la esquina, como nosotros la llamamos, llena de coches, con todos los de la familia. Me gusta llegar y que mis primas pequeñas salgan corriendo a recibirme y, como no, me gusta estar todo el rato intentando sacarle un besito al niño de la familia.

Da igual lo que la abuela o el tito hayan hecho de comer, estará bueno seguro. Porque no me importan esas cosas, me importa estar allí con todos, saber que son lo verdaderamente importante en esta vida y que van a estar ahi siempre que lo necesite.

Adoro nuestras sobremesas, nuestras risas y nuestros días de fiesta. Amo las comidas de los domingos "anca" la abuela.

sábado, 29 de octubre de 2011

Ahora ya no.

Lo dejamos pasar, lo dejamos pasar, y al final, pasó. Supongo que no nos importaría demasiado que ocurriera porque nadie hizo nada por evitarlo. Simplemente caimos en ello y todo se acabó, se destrozó, se hizo pedacitos y ya no queda absolutamente nada.

También supongo que si nos importó demasiado que no pasara es que no merecía la pena que esto siguiera hacia delante. Y asi fue que se acabó. Por otra parte, tampoco hemos hecho mucho por recuperar esto, asi que simplemente se asume. Yo ya lo he hecho. Mi mundo es otro. No es ese, ya no.

Ya no porque como ya he dicho muchas veces aqui, hay veces que las relaciones se rompen sin saber muy bien cuando ni por qué, pero se rompen. Se acaban. Ya no hay tiempo, ya no es confortable, ya no me rio, ya no hay nada que me una a esto. Nada en absoluto.

lunes, 24 de octubre de 2011

Pienso

Si yo sé que me ciego, pero luego me paro, pienso y reflexiono sobre si algo de lo que he hecho, dicho o escrito, está bien o está mal. Lo hago siempre y cuando me he equivocado, rectifico, y con muchas más facilidad cuando se trata de algo relacionado con alguien importante en mi vida.

Sinceramente, y después de pensarlo en estos meses, no creo que nada de esto esté mal, no pienso que esté mal escribir lo que siento. O contar cualquier historia inventada. Por supuesto no me voy a disculpar por expresar lo que llevo dentro.

Tal vez sería mejor decir las cosas a la cara. Pero todos sabemos que la mayoría vamos de auténticos y de "yo digo las cosas a la cara" pero no es así, ni mucho menos. No os lo creeis ni vosotros. Cuando nos conviene, nos callamos, tragamos y aquí todos felices y contentos. Esto es.

sábado, 15 de octubre de 2011

Nuestros abuelos

Hoy he visto una de esas cosas que remueven por dentro, no de rabia, de ternura. Por un lado, cabello rizado, totalmente blanco de años, de sabiduría. En esa edad en el que el cuerpo deja de crecer y empieza a menguar. En el que los pasos que se dan vuelven a ser como los que se dan cuando tienes apenas dos años: cortos, buscando el equilibrio, aguantando tu cuerpo, esforzándote por hacerlo.

En el otro, pelo moreno, rostro jovial, conservando esos rizos que se heredan de generación en generación. En esa etapa de la vida en la que todo es disfrutar y en la que en lo menos que piensas es en pasar tiempo con los que verdaderamente te quieren, con los que no te van a fallar nunca, con tu familia.

Me ha conmovido ver como le peinaba los cabellos, como seguramente haría ella cuando la joven apenas era una niña. Como le acariciaba la cara, como parecía animarla a seguir viviendo. Como le demostraba todo su cariño, todo su amor. Y me ha conmovido, sobre todo, por ver que en esta sociedad todavía hay jóvenes que cuidan y se molestan en ir a ver a aquellas personas que más les mimaban cuando eran críos, cuando apenas podíamos andar, cuando nos iniciábamos en esto de la vida.

Chocaban dos generaciones, la que se encuentra en la mejor época de su vida y la que está llegando al final de ella.

viernes, 14 de octubre de 2011

Normalidad

Sales de casa, te metes al metro. Móvil, cascos, música. ¿Que no hay asiento? Pues te quedas de pie. ¿No tienes donde agarrarte? A lo mejor te caes. Bajas, escaleras arriba, escaleras abajo. Subes a otro. Dos paradas, llegas. Muy rápido, demasiado tal vez.

Universidad, clases, comidas en el taper, amigos, amigas. Vuelta a casa, metro, llamadas por teléfono. Otra vez, día tras día. De lunes a viernes, de lunes a domingo. El tiempo trascurre minuto tras minuto, a veces se disfruta más y otras veces menos. Y no es fácil nada de esto, pero es lo que quiero y lo que he elegido.

Hoy he pasado de vivir deprisa para llegar pronto, a llegar demasiado rápido. Hasta a veces me he quedado sentada y me he pasado la estación. Fallo técnico. No puedo negar que vivo mucho más relajada, tranquila, menos sobresaltada, tal vez hasta que vivo mucho mejor. Todo se ha vuelto ha transformar. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado, es tu asencia, eres tú, es que te echo de menos.

viernes, 7 de octubre de 2011

Volver a empezar, otra vez

Esto es como volver a empezar de nuevo, y por lo tanto, no es fácil. No tengo tema para hoy o tal vez si, no tengo ni idea. Lo que sé es que ya tenía ganas de volver a escribir.

Me habría gustado mantener la actividad durante todo este tiempo y haber podido expresar todas esas sensaciones, pero ya es tarde, las he perdido. Me cuesta poco olvidar. Es mentira. No quería mentir. Quizá sea una de las personas más rencorosas del mundo. Sí, ese es un rasgo de mi personalidad. Sin embargo, esas sensaciones las he perdido, ya no están, por lo que ya no puedo trasmitirlas.

Como bien dijo uno de mis amigos, a las personas que no te aportan nada hay que quitarlas de en medio. Pues a las sensaciones o sentimientos también. Lo intento y lo suelo hacer. Igual que hoy, no estaba especialmente inspirada para escribir. Pero tenía ganas, asi que ¿por qué no hacerlo? Total, tampoco me lee gente importante.

martes, 12 de julio de 2011

Segundas oportunidades

Si la vida te da una segunda oportunidad no deberías dudar cogerla. A mi me la dió, la cogí y es la mejor decisión que he tomado en la vida. La que mayor felicidad me ha dado. La que mejores momentos me ha brindado. Por eso digo que no es fácil darse cuenta de las cosas y aprovechar las oportunidades a la primera, pero hay que saber verlas y cogerlas. Si no es a la primera, vendrá una segunda, seguro.

El problema está cuando la vida te da una oportunidad y la rechazas. Te vuelve a dar una segunda y tampoco la aprovechas. No contento todavía con esto, va el destino, la vida, o quien quiera que sea el que las da, y te da una tercer oportunidad, y tu, necio, eres incapaz de recogerla. No puedes esperar que los demás te faciliten las cosas cuando tu lo único que has hecho es dificultártelas.

La vida da segundas opostunidades, claro que las da. Da terceras, también, para que puedas recueperar algo que has perdido. Incluso puede llegar a darte más. Sin embargo si tienes una, dos, tres, incluso una cuarta y última, y las rechazas, ¿con qué esperas que te compense la vida? Si no sabes apreciar a dos, nunca sabrás apreciar a ninguno más. No se vive de regalos.

viernes, 10 de junio de 2011

Vivir deprisa

Espera un momento, para. Mira a tu alrededor. La de gente que hay aquí eh, y todos actúan como si en ese vagón fuese su última oportunidad para poder ser felices. Andan rápido, corren si es necesario, pero que no se les escape. No quieren perder su tren. Es importante para ellos, si no, ¿a qué viene esa cara de fracaso cuando las puertas se cierran en sus narices?. La próxima vez procurarán ir más deprisa.

Cuando eres nuevo aquí nunca te pasa. Sales con tiempo suficiente de casa. No andas deprisa, no corres, no luchas por conseguir tu asiento. No te importa ese vagón. Pero conforme pasan los meses te das cuenta de que cada vez sales más tarde de casa. Cada vez andas más rápido. Cada vez te fastidia más no haber podido coger ese tren. Seguro que ahora llego tarde.

Te acostumbras, al final, tú también corres, eres como ellos, como todos. La vida no pasa lenta, pasa rápida. Según te vas haciendo mayor parece que pasa más veloz. Casi sin darte cuenta pasan meses, años...Y vives deprisa, tan deprisa que la vida se te ve en ese andén, si pierdes ese tren llegarás tarde, trastocará tus planes, tus previsiones del día...Vives a contrarreloj y no te da tiempo a parar, pensar, mirar a tu alrededor y darte cuenta de todo lo que has cambiado. Nunca fuiste una persona con prisa. Maldita ciudad.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Superficial

No sé si no tener tiempo es bueno o malo, pero el caso es que no lo tengo. No lo tengo para esto, mucho menos lo tengo para ti. Y no me importa, el día que lo tenga escribo, el día que lo tenga para ti, probablemente elija no tenerlo. Porque sinceramente prefiero que todo siga así, entre tú y yo, lo justo, como acordamos en su momento. Como tenía que haber sido siempre.

Soy una persona difícil, te puedo sonreir mil veces y darte algún abrazo si lo necesitas, y sin embargo, puedes seguir sin significar absolutamente nada para mí. Tengo mi barrera y no es fácil superarla. La vida me ha enseñado a eso. Me puedo llegar a llevar muy bien contigo, reirme, consolarte, e incluso alguna vez, como no, has llegado a darme pena.

Has llegado a darme pena porque si vieras tu situación desde fuera te darías cuenta de lo que la vida ha hecho contigo, en lo que te has convertido. Es increíble lo que pueden llegar a cambiar las personas, y tú lo has hecho. Demasiado, tal vez. Nunca lo sabremos.

Sin embargo, hoy sé que no tengo por qué sentir pena por ti. Tienes lo que te mereces, lo que tú te has buscado. Te lo has ganado a pulso y lo has conseguido. Por mi parte, yo seguiré con mi barrera, prefiero ser así. Por la tuya, enhorabuena, te has ganado no tener a gente como nosotras a tu lado.

lunes, 16 de mayo de 2011

Tarde de verano

Es una tarde tranquila, para disfrutar. Hace calor, ya es julio. Empiezan la tarde en un centro comercial comprando juguetes, ropa, comida…Sin embargo, en un minuto la tarde cambia por completo. La madre recibe una llamada, el niño la mira preocupado.
-Nos tenemos que ir. Salen deprisa del centro comercial, el niño no replica. Cuando mamá dice algo de modo tan serio no hay que replicar, sólo obedecer.
Se montan en el coche. La madre se pone las gafas de sol. El niño no alcanza a ver sus ojos, no sabe si está llorando, pero se teme lo que ha pasado. De todas formas, no quiere saberlo, no quiere oírlo; lo sabe, pero no quiere escucharlo.
Hay un momento en la vida en el que creces de repente, a cada uno le llega en un momento diferente, a él le llegó en aquel preciso instante. Ha llegado la hora de crecer, tiene que preguntarlo y aceptarlo, como un adulto. Llega el momento de hacerse mayor:
-Mamá, ¿qué ha pasado?...

jueves, 12 de mayo de 2011

No espero nada de ti

Ya soy mayorcita, sí, y sé cuidar de mi misma, o por lo menos lo intento. Aunque de pequeña pareciese una niña frágil, siempre he sido la más fuerte, la más fuerte de toda la familia, estoy segura de ello. He aguantado todo lo que he tenido que aguantar y he pasado con nota cada prueba. Puedo decir que ahora soy una chica de bien y busco tener un buen futuro. Hace meses que vivo como nunca antes, y nadie me ha regalado nada, ni siquiera tu. Tú pusiste todas las piedras del camino. ¿Y sabes una cosa? Estoy bien, perfecta desde hace meses, lo que tengo me lo he ganado y ya no espero absoltamente nada de ti. Que te vaya bonito.

domingo, 8 de mayo de 2011

Una tras otra

He lavado ropa y he sacado unas prendas manchadas. No hay que mezclar los colores, lo claro con lo claro, y lo oscuro con lo oscuro.
He hecho lentejas y se me han quemado. Hay que ponerle el fuego bajo y moverlas mientras se hacen.
He salido a la calle poco abrigada y luego he tenido que aguantar cuarenta de fiebre sin nadie que me cuidara. Tienes que abrigarte que hace mucho frío.
He estado tomando una decisión difícil. No es difícil, tienes que hacer lo que sientes.
Me he caído y me he raspado las rodillas, los codos…No deberías hacer todas esas cosas con la bicicleta.
He aprendido muchas cosas, pero para ello me he tenido que equivocar.
Ahora tengo la piel quemada y sé que para aprender antes tengo que equivocarme. He cometido muchos fallos y creo que vendrán más. Es la vida, supongo, o al menos la mía.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Tiene nombre

Y una vez más, me voy. Y las que me quedan. Y no quiero que cambie nada, que todo siga como siempre, solamente pido eso. Que cuando vuelva una vez más, sigan estando allí, que no falte nadie, que sigan estando todos. Todos y cada uno de ellos, porque es lo que me hace falta, lo que me empuja a seguir adelante.

Es esa sensación que tengo cada vez que cojo el tren, la que me llena el estómago de nervios y los ojos de lágrimas, la que siento cuando me alejo, la que me encoge el alma. Con la que pido que al volver nada haya cambiado, con la que me doy cuenta de lo que realmente es importante, los que realmente son importantes. La que quiero sentir siempre porque eso significa que seguis aqui, conmigo.

Es ese miedo a que las cosas cambien, mis cosas. No pueden cambiar, las quiero siempre así.

miércoles, 27 de abril de 2011

Alcohol y flores

Despierto. Abro la persiana. Luz, sol, calor, un día bonito, perfecto. Después de varios días de lluvia brilla el sol. Brilla para poder disfrutar de este gran día de fiesta. Fiesta que para algunos es tradición, es alegría, es un día para todos. Fiesta que para otros se basa en el alcohol, en 'pasarlo bien'. No diré de qué grupo soy, se sabe, pero desde luego no soy de los que ponen el alcohol como excusa.

Sí, como excusa. Como excusa para poder hablar con la chica que te gusta, como excusa para poder ser un poco más lanzada, excusa para hablar sin más...Para que después no te lo tengan en cuenta. -Anda que ayer...-¿Qué pasó? No me acuerdo.

Pues para no acordarte menuda liaste. Demasiado fácil. Suelta cualquier cosa por la boca, no pasa nada. Has bebido, mañana será una anécdota más. Haz lo que quieras, hoy no cuenta, vas borracho. Al día siguiente ni te acuerdas, ¿verdad?.

Sigue así, con lo tuyo, con lo de todos. Somos hipócritas por naturaleza. Se nos llena la boca para algunas cosas, y la vacíamos para otras. ¿Por joder? No lo sé. Ojalá pudiera saberlo. Pero no tengo ni la más remota idea, de todas formas no te preocupes, seguramente hayas bebido.

Unas horas y a casa, preferentemente a la de la abuela. Eso sí que es un buen rato.

martes, 19 de abril de 2011

Me cuesta muy poco

¿Sabes una cosa? Me importa poco lo que pienses de mi, mucho menos si te caigo bien o te caigo mal. Me da igual, te saludo. -¡Hola!. ¿Ves? No me cuesta nada. Me cuesta muy poco verte, saludarte e incluso sonreirte. ¿Por qué? Porque me das igual, en serio, en cualquier red social de las que formo parte, tengo más de cien 'amigos' y tú, tú, y también tú, eres uno más entre todos ellos.

-¿Qué tal? -Bien. Sigo hablando, da igual, no vamos a caer en nada profundo, no merece la pena, tu tienes tu vida, yo tengo la mía, él la suya...Cada persona elige a las que tiene a su alrededor, a las que quiere tener un cariño, a las que cree que en ellas puede confiar. A ti te tengo en una red social, puede que en dos, o incluso en tres, hay muchas. Pero no te engañes, no te tengo en mi vida.

Y seguimos hablando, riendo, pasándonoslo bien. Llego a divertirme. Pero no, no me aportas nada, no te aprecio, me interesa bien poco lo que te haya pasado en los últimos días, aun así nos podemos preguntar, que más da. Yo sé cosas de ti, tú sabes cosas de mí, a esto hemos llegado. No nos conocemos en absoluto, pero nos saludamos, nos sonreimos, hablamos, a veces por compromiso, pero lo hacemos.

Y sigo saludando a gente 'que conozco', sonrío, ¿ves? No me cuesta nada. Y aunque luego nos saquemos la piel criticándonos los unos a los otros, podemos llegar a ser tan falsos como para pararnos a hablar un rato. Sin embargo, no vamos a mentirnos, puedo sonreirte en cualquier momento porque no eres nadie, si lo fueras no podría sonreir siempre. No formas parte de mi vida, porque en la vida no todo es sonreir.

jueves, 14 de abril de 2011

Esta vez sí

Siempre me costó mucho arriesgar. Si había que tomar una decisión importante, la pensaba mil veces. Sí, no, quizá no sea lo mejor en este momento, igual después... Y así, una y otra vez. Si hago algo es porque estoy segura de ello, si antes hacía algo, era porque lo tenía muy meditado, tal vez demasiado, pero siempre me ha gustado tener todo bajo control. Sí, soy muy maniática.

Sin embargo, siempre hay un momento en que cambias, algo pasa, que decides arriesgar, que crees que tienes que hacerlo, que ha llegado la hora. Decides cómo va a ser tu vida a partir de ese momento, quién te va a acompañar, a quién quieres tener a tu lado y a quién no. Y es entonces, cuando te das cuenta de que si antes has pensado tanto una decisión era porque en realidad no era buena para ti. Si la piensas es que algo va mal, y si crees que algo irá mal, no hay duda de que acabará yendo mal.

Pero si te llega el momento en que tienes que tomar una decisión, y ves que no te hace falta pensarla, que esta vez lo haces porque es lo que quieres, porque sientes que está bien, que estará bien, que es tu destino, que lo has elegido tú. Entonces es que será bueno para ti, incluso para todos. Porque eso es lo que sentí, que sería bueno para mi, que sería bueno para ti, que sería bueno para todos, y ahora me he dado cuenta de que hice bien.

Estoy aquí, he ganado, esta vez sí, no me he equivocado, pero tampoco he arriesgado, porque en todo momento supe que esto tenía que ser así, que pasaría. Hice bien en venir, hice bien en seguir aquí e hice bien el día que empecé a pensar en ti.

domingo, 10 de abril de 2011

Antes eras de los buenos

Creo que tuve una infancia feliz, bastante feliz. Todo era perfecto, puede que casi todos la recordemos así. Las pequeñas cosas te llenaban tanto y las malas apenas te afectaban. Yo llegaba a casa del colegio y rápidamente me quitaba el uniforme. Esa falda no era nada cómoda, y mucho menos para una niña que disfrutaba con un chándal y un balón.

Bajaba a jugar con los amigos, esos amigos que cuando eres pequeño es imposible que te hagan daño. De esos sí da gusto tener. Y pasaba la tarde, y subía a casa con la ilusión de verle, de escuchar que había hecho ese día. Lo miraba con respeto, admiración, adoración incluso. Es increíble, ¿verdad? Juega en el equipo de los buenos...pensaba yo.

Me encantaba escucharle, me encantaba que estuviera fuera de casa si en esos momentos yo sabía que le estaba ganando a los malos. Sí, es bonito recordarlo. Pero no sé muy bien en que momento acabó todo. La vida pasó, yo crecí, él se fue, y un día dejó de jugar en el equipo de los buenos. Imposible. No, nada es imposible. Ya no había respeto, ni admiración, ni ilusión. Y por más que lo pienso no logro recordar en qué momento cambió todo.

Sin embargo, así fue, todo cambió, y ya nunca volví a ser esa niña que le esperaba con ojos brillantes, a la vuelta de cada viaje, para escuchar cómo lo había hecho, cómo les había ganado. Era un ídolo, era mi ídolo. Ya no. Se acabó. Ya no juegas en el equipo de los buenos. Ya no espero con ilusión esa bicicleta, esa equipación del madrid, ni ese pijama. Ya no somos los mismos.

miércoles, 6 de abril de 2011

Para empezar, no está mal

Hacía tiempo que quería hacerme un blog, pero era un idea de las que te vienen un dia a la cabeza, y al siguiente, ni te acuerdas. Luego vuelve a tu mente, pero tardas en realizar esa idea bastante tiempo. Sí, yo soy así, me cuesta empezar las cosas, pero una vez que empiezo me gusta terminarlas.

Como cuando se me metió en la cabeza ir a estudiar a Madrid, en principio era una idea lejana, bastante lejana, todo el mundo decía "bueno, ya se le pasará...", pero aquí estoy y han cambiado tantas cosas:amistades, amor, familia...

Parece imposible que una parte de tu familia esté tan pegada a ti, y la otra, tan alejada, y es que algo se rompió hace tiempo, que ya no hay nada que hacer. Son tu familia, sí, pero de sangre.

Los amigos, mi visión de hoy, es que van y vienen. ¿La verdadera amistad? un gran tema de debate...Yo lo pienso y no tengo ni idea de lo que es, o igual sí, pero quizá faltó recibir un trato recíproco.

De todas formas, este no es el tema central de hoy. Lo importante es que hoy se abre este blog, para quien le interese leer algo de vez en cuando, puede que no sea de interés para ti, pero oye, una vez que estás en casa, lejos de los que más quieres, y con el pijama puesto...¿Qué otra cosa puedo hacer? Escribir.